El arte plástico puede llevarnos por viajes mentales donde descubrimos y re definimos personajes, formas y conceptos, pero muy pocos artista pueden lograr que el viaje sea el que entre en nuestra realidad convirtiendo a su obra en una experiencia ambigua y fascinante.
Uno de esos pocos virtuosos es Marchal Mithouard el artista francés que firma y es conocido con el nombre de Shaka el cual nos entrega una obra urbana en todo su contexto y en todas sus dimensiones, logrando hacer dudar al espectador de si es realmente una obra inerte lo que está apreciando.
Shaka mezcla la pintura y escultura para crear piezas maestras del arte moderno que saltan a la vista literalmente.
